
Francisco Ravecca: “El uruguayo que emprende ya sabe que tiene que pensar en la región”
13/12/2020
Hace más de dos décadas se volcó al emprendedurismo y hoy sigue creando nuevos proyectos. Fue uno de los fundadores de Endeavor Uruguay y hasta hace poco era director ejecutivo de Aguada Park. Entrevistado por La Mañana, el empresario analizó la evolución de las posibilidades de emprender en el país y explicó cuáles son las barreras que deben superar quienes se animan a asumir riesgos en el mundo de los negocios.
Hizo la carrera de abogado, pero se terminó dedicando al emprendedurismo. ¿A qué se debió ese cambio?
Antes no había tanta variedad de carreras. Yo de chico siempre tenía una respuesta para todo y mi viejo me decía: “vos vas a ser abogado”. Se ve que me quedó en la cabeza y me metí en abogacía. A los 21 años trabajé en el estudio Díaz Estapé y no me gustaba mucho, me mandaban a hacer la típica procuración, ir a los juzgados y ver en qué estaban los expedientes.
Como yo me crie en Estados Unidos, aprendí a hablar inglés prácticamente antes que español, y en el estudio tuvimos un cliente que era un frigorífico americano que venía a comprar el Frigorífico Canelones, y me pusieron a mí a hablar con ellos. Me interesó mucho más cómo iban a financiar la compra, qué productos iban a sacar, qué mercados, el packaging, cuál iba a ser la estrategia de expansión, que la parte legal. Ahí dije: “me equivoqué de carrera”. La parte legal me importaba un pito y me interesaba mucho más la de los negocios.
Pero como ya estaba en cuarto de facultad, no quise dejar. Terminé y apliqué a un MBA en Estados Unidos, tuve la suerte de entrar en Harvard y me fui para allá. Hice el máster, no volví a ejercer como abogado y me dediqué a esto. En el medio de los dos años del MBA hice una pasantía de verano en un fondo de capital de riesgo en Boston y me encantó ver toda la parte de los emprendedores, las ideas, cómo las estaban llevando adelante, cómo las estaban financiando.
Después me casé y pude negociar con mi esposa que nos fuéramos a Buenos Aires, donde fui a trabajar al BankBoston. Luego me vine para Uruguay y ahí empecé el camino emprendedor.
Y hace ya 20 años usted trajo Endeavor a Uruguay. ¿Cómo han evolucionado desde entonces las posibilidades de emprender en nuestro país?
Antes de traer Endeavor yo fui uno de los fundadores de DeRemate.com. Mercado Libre había empezado en ese entonces y, por las vueltas de la vida, terminó comprando DeRemate.com. Ahí surgió la posibilidad de traer Endeavor a Uruguay –uno de sus fundadores estaba en mi clase en el MBA-.
En el año 2000 fundamos Endeavor acá y la gran pregunta que nos hacíamos era si iba a haber tantos emprendedores, o sea, considerando que es un país chico, que en ese momento tenía una cultura de carreras tradicionales y se hacía carrera en las empresas, mientras que hoy es casi imposible pensar que un millennial va a estar 20 años en un mismo trabajo.
Lo más lindo de todo es ver cómo una idea que surgió en el 2000 sigue más fuerte que nunca. Al principio fue muy difícil convencer a empresarios para que nos apoyaran, que donaran plata y tiempo, y encontrar emprendedores. Sin embargo, ahora es increíble la cantidad de gente que está vinculada con Endeavor y el impacto que ha tenido y seguirá teniendo en el país.
¿Se ha generado una cultura emprendedora?
Absolutamente, y no solo por Endeavor; hoy hay una cantidad de organizaciones, como la ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación). El gran problema que tenemos en Uruguay es la falta de acceso a un mercado de capitales y financiamiento, o sea, todavía falta que haya más fondos de capital de riesgo mirando para acá.
¿Qué se necesita para ser emprendedor en Uruguay?
Lo mismo que se necesita en cualquier parte del mundo, con el aditivo de que tenés que pelear con algunos temas más. Es decir, un emprendedor de Argentina o de Chile, cuando va al exterior y dice de dónde es, la gente enseguida lo sabe, con lo bueno y lo malo, pero nosotros primero tenemos que vender a Uruguay.
Muchas veces la respuesta que yo recibía cuando salía a buscar financiamiento para los distintos proyectos que he hecho era: “¿Uruwhat?”. Y ahí tenés que explicar que es un país chiquito entre Argentina y Brasil. Después, cuando decís la cantidad de gente que somos, te dicen: “pero eso es más chico que un Estado de Estados Unidos”, por tanto, tenés que luchar con el tema del mercado también.
El uruguayo que emprende ya sabe que tiene que pensar en la región, entonces, cuando ya saliste y probaste que pudiste ser exitoso y replicar tu modelo de negocio en otros países, ahí ya te están mirando con otra cara. Y lo que tiene el emprendedor uruguayo es esa garra de superarse, porque a veces tenemos más barreras que pasar.
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(Fuente: La mañana)